En nuestra sociedad se valora cada vez más hablar distintos idiomas, especialmente el inglés. En un mercado tan competitivo como el actual, no hablarlo supone una desventaja clara respecto a otros candidatos más preparados en este sentido. Y no hay duda de que el mejor momento para aprender un idioma extranjero es la infancia. Esto se debe principalmente a que el niño está desarrollando el lenguaje y es capaz de asimilar una gran cantidad de información sin apenas esfuerzo. Además, los niños no temen utilizar incorrectamente un verbo ni se avergüenzan por no pronunciar bien, por lo que siempre están practicando el idioma y corrigiendo sus errores, lo que les hace avanzar más deprisa.
Consciente de ello, el sector educativo ha propiciado la aparición de colegios bilingües, que imparten clases tanto en castellano como en inglés, así como en otros idiomas como francés, alemán o italiano. Pero el problema surge cuando los niños vuelven a casa después del cole: si en su hogar no hay un entorno bilingüe no pueden seguir afianzando todo aquello que han ido aprendiendo en clase, y esto es una desventaja para ellos. Esta situación es muy habitual en nuestro país, donde un gran porcentaje de padres no domina ningún idioma extranjero.
Por eso, si estás pensando en llevar a tu pequeño a un colegio bilingüe –por ejemplo especializado en el inglés– pero en casa no habláis este idioma, y además necesitáis que alguien cuide de él mientras os encontráis en el trabajo, es una gran idea contratar una canguro en casa que sea bilingüe, nativa o bien que tenga un alto nivel de inglés. Así además se consigue una gran ventaja adicional al aprendizaje en el colegio: tu hijo practica ese segundo idioma en su propio hogar, lo que acelera el proceso de aprendizaje gracias a la familiaridad del entorno. En su casa está más relajado y aprende a construir oraciones relacionadas con aquello que le rodea cada día de la semana en un contexto que nada tiene que ver con el académico. Por lo tanto, su hogar es el lugar ideal donde ir fortaleciendo ese nuevo idioma que algún día le será tan útil, convirtiéndose en bilingüe sin apenas esfuerzo.
Una buena manera de encontrar a una profesional con estas características es utilizando páginas web especializadas. Por ejemplo, la plataforma online Quierocanguro.es te muestra los distintos perfiles de niñeras disponibles en cada ciudad. Mediante un dispositivo de geolocalización, podrás ver los perfiles de las canguros disponibles en tu mismo barrio o zona. Si por ejemplo buscas niñeras en Madrid, la web cuenta con más de 7.000 canguros registradas, por lo que podrás establecer los filtros de búsqueda según tus necesidades y hacer una selección previa en base a su experiencia, referencias, formación y de si habla o no inglés, escogiendo su nivel si es el caso.
De esta manera tan sencilla conseguirás que tu pequeño esté perfectamente atendido a la vez que sigue practicando un segundo idioma, aprendiendo cada día nuevas palabras y estructuras gramaticales. Esto tiene enormes ventajas para un niño, como por ejemplo conseguir una mayor flexibilidad cognitiva –muy útil en cualquier situación de la vida–, mejoras en el rendimiento escolar, una mejor expresión verbal y escrita y mayor facilidad para el aprendizaje posterior de otras lenguas.