Cómo prevenir los principales efectos secundarios del parto

Prevenir los efectos secundarios del partoAfrica Studio || Shutterstock

Ser madre es una de las experiencias más bonitas que puedes vivir, pero después del parto podemos sufrir una serie de efectos secundarios que cualquier futura mamá debería conocer para tomar las medidas necesarias y así evitarlos. Por suerte, cualquier mujer de hoy en día cuenta con el apoyo y la asistencia médica que le permiten prevenir o minimizar todos estos problemas.

Aun así es importante conocer los principales efectos secundarios tras el parto y saber qué podemos hacer para evitarlos.

Prolapso uterino o rectal

El prolapso uterino o rectal se produce cuando uno o varios órganos bajan de la cavidad pélvica al exterior, ya sea a través de la vagina (prolapso uterino) o de la zona rectal y anal (prolapso rectal). En la mayoría de casos se debe a la debilidad de los músculos pélvicos, incapaces de sostener estos músculos. Aspectos como un descenso en el nivel de estrógenos pueden favorecer la aparición de este problema. Un parto obstétrico (instrumental, multiparto) también incrementa las opciones de que se produzca un prolapso uterino o rectal.


Por desgracia, no hay un método de prevención 100% efectivo para el prolapso uterino o rectal, pero sí podemos seguir una serie de pautas que nos ayudarán a prevenirlo, empezando por el fortalecimiento del suelo pélvico tanto en el embarazo como después del parto. Aquí, el ejercicio de Kegel y los siempre recomendables hipopresivos son la solución estrella para evitar problemas. Eliminar el tabaquismo como causa de tos crónica, controlar el estreñimiento, no levantar pesos pesados, orinar con frecuencia o mantener nuestro peso equilibrado para no caer en la obesidad ayudan a ello.

Infecciones puerperales

Después del parto pueden darse diferentes infecciones: endometritis, pielonefritis, cistitis, mastitis, tromboflebitis... sin pasar por alto la infección de heridas quirúrgicas en zonas como el perineo (episiotomía) o el abdomen (cesárea). Estas infecciones tienen una serie de factores comunes, como los 38ºC de fiebre durante dos días seguidos el primer día tras el parto, sensibilidad del útero, palidez, cefalea, taquicardia, escalofríos y la sensación de malestar general provocada por la propia infección.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una serie de recomendaciones para prevenir y tratar estas infecciones puerperales. Uno de los principales consejos de la OMS para evitarlas es el uso de antibióticos en caso de cesárea -una administración previa a la intervención- o en caso de rotura prematura de las membranas pretérmino. Eso sí, cuando las membranas están intactas, incluso en casos de parto prematuro, la OMS no recomienda el uso de antibióticos para prevenir las infecciones.

Otros efectos secundarios del parto

La revolución hormonal del embarazo continúa después del parto, y se produce una serie de cambios en tu cuerpo. Alguno como la subida de la leche tiene poca solución, aunque también es cierto que no siempre son molestos para las madres. Después del parto, la barriga queda como una bolsa recién vaciada que tardará un tiempo en volver a su sitio. Lo único que necesitas es paciencia, ya que no es un proceso inmediato sino que lleva su tiempo. De hecho, el cuerpo de la mujer tarda bastante en recuperar su aspecto original tras dar a luz.

Aunque el bebé haya nacido, en tu cuerpo todavía quedarán líquidos retenidos, los loquios, etc.; y sus efectos se dejarán notar durante meses hasta eliminarlos por completo. Más que de prevenirlos, la mejor forma posible de hacer frente a estos cambios corporales es seguir un estilo de vida saludable, siguiendo para ello una dieta sana y equilibrada y haciendo poco a poco ejercicio físico, que nos ayudará a recuperarnos física y emocionalmente.